Salud bucal en adultos mayores: claves para una vida plena, cómoda y saludable

A medida que envejecemos, la salud bucal adquiere un rol fundamental en nuestro bienestar general. En Chile, cada vez más adultos mayores consultan por dificultades para masticar, sensibilidad dental, uso de prótesis o encías inflamadas. Estos problemas no solo afectan la sonrisa y la estética, sino que también influyen directamente en la nutrición, la comodidad diaria y la calidad de vida. Una boca sana permite alimentarse mejor, comunicarse sin molestias y mantener una mayor autonomía.

En este artículo te explicamos las causas más comunes de problemas dentales en adultos mayores, los síntomas que no deben ignorarse y las mejores estrategias para mantener una salud bucal óptima con hábitos simples y tratamientos adecuados.

Causas comunes de problemas dentales en adultos mayores

Con el paso del tiempo, la boca experimenta cambios naturales, a los que se suman factores externos, enfermedades sistémicas y hábitos adquiridos a lo largo de la vida. Entre las causas más frecuentes se encuentran:

1. Pérdida de encías (recesión gingival), que deja expuestas las raíces y las vuelve más vulnerables a caries y sensibilidad.

2. Caries radicular, muy habitual cuando la recesión gingival es avanzada.

3. Xerostomía o boca seca, producida por medicamentos, tratamientos prolongados o enfermedades crónicas.

4. Prótesis dentales desgastadas, antiguas o mal ajustadas, que dificultan la masticación y generan heridas.

5. Disminución de la destreza manual, lo que complica el cepillado y la higiene interdental.

6. Enfermedad periodontal no tratada, que puede causar movilidad dental y pérdida de piezas.

7. Cambios en la alimentación, como dietas blandas y más frecuentes, que favorecen la acumulación de placa.

8. Hábitos de higiene inconsistentes, especialmente en personas con dependencia parcial o total.

Estos factores, en conjunto, pueden afectar no solo los dientes y las encías, sino también la digestión, la fonación y el bienestar emocional del paciente.

Síntomas que no deben ignorarse

Muchos adultos mayores normalizan ciertas molestias pensando que “son parte de la edad”, pero lo cierto es que ningún síntoma oral es normal. Es fundamental consultar a un dentista si aparecen:

1. Encías inflamadas, sangrado espontáneo o al cepillarse.

2. Sensibilidad al frío, calor o alimentos dulces.

3. Dolor o molestias al masticar.

4. Dentaduras postizas flojas, que generan heridas o dificultan comer.

5. Mal aliento persistente, incluso tras la higiene.

6. Manchas, sarro o movilidad dental.

7. Dificultad para tragar o hablar.

Detectar estos signos a tiempo evita complicaciones mayores, como infecciones, pérdida de piezas dentales o problemas nutricionales.

Tratamientos recomendados para adultos mayores

La odontología actual ofrece múltiples alternativas adaptadas a las necesidades de la tercera edad. Entre los tratamientos más importantes se encuentran:

1. Limpieza dental profesional cada 3 a 6 meses para controlar placa y sarro.

2. Control periodontal para encías inflamadas, sangrantes o retraídas.

3. Revisión y ajuste de prótesis dentales, garantizando seguridad, comodidad y buena función.

4. Tratamientos restauradores como tapaduras, coronas o reconstrucciones.

5. Cuidado de implantes dentales, esenciales para una masticación eficiente.

6. Aplicación de flúor para prevenir caries en raíces expuestas.

Cada plan de tratamiento debe ser personalizado según la condición oral del paciente, su salud general y sus capacidades motoras.

Consejos prácticos para mantener una sonrisa saludable

Con hábitos sencillos es posible prevenir la mayoría de los problemas dentales en adultos mayores:

1. Cepillarse dos veces al día con pasta fluorada y un cepillo de cerdas suaves.

2. Usar hilo dental o cepillos interdentales según recomendación profesional.

3. Beber agua de manera constante para combatir la boca seca.

4. Limpiar las prótesis dentales diariamente y retirarlas por la noche.

5. Mantener una dieta equilibrada, rica en proteínas, frutas y verduras.

6. Evitar el tabaco y reducir el consumo de alcohol.

7. Asistir a controles odontológicos regulares, incluso si no hay dolor.

La constancia es clave para mantener una sonrisa sana y funcional durante más años.

Conclusión

La salud bucal en adultos mayores es mucho más que una cuestión estética: es un pilar fundamental para disfrutar de una vida plena, cómoda y con seguridad. Con hábitos adecuados, atención profesional oportuna y una rutina de cuidados bien establecida, es posible mantener una boca saludable a cualquier edad.

Cada pequeño cambio cuenta, y la supervisión de un especialista puede marcar una diferencia enorme en la calidad de vida del paciente.